La cocina, incorpora cada vez más el uso de la tecnología en sus diferentes procedimientos y preparaciones. Así, el empleo de un robot de cocina es cada día más común. Estos aparatos hacen referencia a equipos con tecnología e incluso conectividad, llevando a cabo diferentes funciones específicas en la preparación de determinadas elaboraciones.
En la actualidad, este tipo de equipos se ubican entre un procesador de alimentos y una olla programable. Ejemplos de ello son la gran cantidad de robots de cocina que se pueden encontrar en el mercado. Sin embargo, en la actualidad, las compañías de utensilios y herramientas para hostelería apuestan por la impresión 3D. Un paso más en cuanto al futuro en la cocina.
De esta forma, no sólo se simplifican procesos como pelar, rallar, batir o amasar. Sino que se consigue imprimir todo tipo de platos a la vez que se cocinan. Esto gracias a la combinación de la tecnología de impresión 3D y los hornos inteligentes.
Si bien este tipo de tecnología se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo, algunas marcas han conseguido concretar verdaderos robots de cocina basados en la impresión 3D. Entre los proyectos más prometedores se encuentran el horno combinado e-compact.
Impresoras 3D y equipos de cocción
Los robots de cocina, en general, emplean infrarrojos, así como sistemas de calor por convección o inducción como medio de cocción. Mientras que, para imprimir, se utilizan cartuchos muy similares a los de las impresoras 3D convencionales. Esto permite crear platos utilizando diferentes tipos de masas con texturas y viscosidades diferentes.
En este sentido, se han logrado avances muy significativos en cuanto a la calidad de las producciones. Ya se pueden imprimir recetas de panes, bizcochos y galletas, entre otros, y preparaciones de queso, carne y chocolate.
La meta final es alcanzar un equipo de cocina capaz de imprimir y cocinar platos complejos, a partir de recetas predefinidas. Para lo cual, el usuario sólo deberá cargar la máquina con los ingredientes necesarios y posteriormente, seleccionar un plato determinado y dejar que el robot de cocina haga el resto.
Aplicaciones de los robots de cocinas y la impresión 3D
Las aplicaciones de un robot de cocina con impresión 3D son muy diversas. Ciertamente, una de ellas es la posibilidad de ahorrar tiempo en la preparación de diferentes platos. Sin embargo, el principal interés se ha evidenciado en la creatividad artística detrás de cada preparación: un robot es capaz de reproducir una receta a la perfección, pero gracias a la inteligencia artificial ¿podrá sustituir un robot el 100% del personal de una cocina y será capaz de crear ofertas gastronómicas? En principio entendemos que no: la cocina, como todo arte, requiere de sensibilidad y en principio este es un campo exclusivo de los seres humanos. El tiempo lo dirá.
Por su parte, los programas espaciales ven una solución para proporcionar una dieta saludable y variada a sus tripulaciones. Mientras, otras instancias, esperan estimular el consumo de alimentos saludables en los niños a través de la creación de comidas con formas que capten su atención, como caricaturas o cualquier elemento de su preferencia.
La creación de diseños personalizados es un tema en auge. Por ejemplo, muchas empresas y expertos prevén su uso en eventos, donde cada alimento se elabore con formas alusivas a una marca o producto en particular.
Las aplicaciones de un robot de cocina, basado en la tecnología de impresión 3D, parecen estar limitadas sólo por la imaginación de sus usuarios. Además, según se perfeccione su diseño y se facilite su acceso al público general, las aplicaciones podrán expandirse a ámbitos más cotidianos.
Ventajas de la impresión 3D en la cocina
Las ventajas de combinar las impresoras 3D y los robots de cocina son muy amplias tanto en el aspecto industrial, comercial como el doméstico. Sin embargo, la uniformidad y estandarización en la preparación de las elaboraciones es uno de los aspectos más estudiados. De esta manera, una misma receta derivará en platos exactamente iguales en sabor y presentación.
Por otra parte, se espera que estas cocinas permitan ahorrar tiempo y comer sano a los comensales más ocupados. Así, cocinar podrá ser tan sencillo como colocar los ingredientes, seleccionar el programa de cocina requerido y sentarse a comer. Asimismo, permiten explotar la creatividad y originalidad en cada preparación al permitir hacer creaciones únicas en alimentos como pasta, pan, carne o chocolate.
Horno combinado e-compact
El e-compact es un horno combinado que hemos desarrollado persiguiendo la innovación para incrementar la productividad y calidad en cocina.
Para lograrlo hemos diseñado un horno inteligente de uso profesional con conectividad IoF (Internet of Food). Así, el equipo estará conectado permanentemente a internet. En consecuencia, se tendrá acceso constante a gran cantidad de datos y patrones de rendimiento.
De esta forma, se favorece la actualización constante de los chefs, alcanzando un mayor nivel de innovación y eficiencia en la cocina. La conectividad permanente permite el control del equipo por medio de cualquier dispositivo móvil. Además, el horno e-compact cuenta con un diseño sencillo, muchas funciones programables y todo ello en un tamaño compacto.
Además de toda la tecnología descrita, el horno e-compact ofrece la posibilidad de utilizar bandejas pasteleras (600×400) con la finalidad de expandir la superficie útil de la cámara de cocción y tener la posibilidad de cocinar piezas enteras de gran volumen como cochinillos, todo tipo de recipientes tradicionales, paellas de asados tradicionales… Esto es posible, en parte, gracias a la amplia gama de velocidades de ventilador que permiten emular un horno tradicional de radiación (velocidades bajas) o crear una caramelización de las proteínas (reacciones de Maillard) muy rápida y uniforme utilizando las velocidades más altas.
En pocas palabras podemos concluir que toda esta tecnología está al servicio de la sensibilidad que requiere el arte culinario, ofreciendo precisión absoluta y un rendimiento, en cuanto a producción, inmejorable.
