La tradición de la barbacoa es algo inherente al ser humano prácticamente desde que aprendimos a usar el fuego como recurso en la cocina. Evidentemente hemos evolucionado muchísimo desde entonces y actualmente nos podemos encontrar con diversas propuestas para cocinar un buen asado o realizar una apetitosa parrillada.
Hoy le toca el turno a la barbacoa de gas y es que esta es sin duda una de las opciones más recomendadas a la hora de trabajar de forma profesional y sobre todo en los negocios de hostelería que quieran apostar por este tipo de maquinaria para su carta.
La barbacoa de gas se define mediante estas tres palabras, funcionalidad, limpieza y eficiencia.
Veamos cómo funciona una barbacoa de gas
Mediante los reguladores encendemos y calibramos los quemadores. Los difusores son piezas triangulares que cubren por completo los quemadores y reparten el calor evitando dos cosas, que la llama esté en contacto directo con el producto y repartir el calor de una manera más uniforme controlando, además, el goteo de grasa: así los residuos resultantes de la cocción no obstruyen los conductos de gas.
La mayoría de las barbacoas de gas disponen de reguladores de altura para controlar mucho mejor la temperatura y los puntos de cocción. Las parrillas se elevan mediante unas palancas regulables pudiendo, a parte de los reguladores de la llama, ser más precisos con la temperatura requerida para el producto.
Las parrillas por norma general tienen forma de “v” permitiendo canalizar la mayor parte de las grasas y aceites a un cajón delantero.
En Repagas, hemos diseñado nuestras barbacoas a gas permitiendo todavía más una mejor eficiencia energética y una difusión del calor mucho más uniforme, ¿cómo?
La respuesta son briquetas de cerámica compactada.
Hemos sustituido los difusores tradicionales que cubren el quemador por una rejilla que permite soportar estas briquetas con forma de galleta cuadrada que permiten distribuirlas cubriendo toda la superficie de la barbacoa.
Estas briquetas de cerámica soportan mucha más temperatura que las piedras de lava que algunas de las barbacoas de gas tienen y debido a su forma permiten cubrir de manera más uniforme la superficie protegiendo los quemadores de manchas de grasa y residuos sólidos durante las cocciones.
En resumen, esta rejilla con briquetas está entre los quemadores y la parrilla donde colocamos los productos. Y esto se transfiere directamente a un consumo más eficiente del gas. Os dejamos el enlace a nuestras barbacoas de gas pinchando aquí.
Limpieza, ¿punto fuerte?
Una de las funcionalidades es la versatilidad que ofrece a la hora de desmontar y limpiar la barbacoa de gas al completo. Como ya hemos visto su funcionamiento a la hora de cocinar y la comodidad que nos ofrece ahora es cuando toca limpiar la barbacoa de gas para nuestros siguientes usos.
Evidentemente si la comparamos con una de carbón, la barbacoa de gas le saca mucha ventaja, recoger el hollín, alimentar la barbacoa con carbón sin manchar nada, etc… son tareas más tediosas y poco prácticas que día a día obliga a dedicarle tiempo extra a su limpieza.
En el caso de las barbacoas de gas, la mayor parte de las piezas son extraíbles permitiendo dejar prácticamente el mueble que la contiene, accesible para una limpieza en profundidad.
Todos los elementos que la componen al ser de acero inoxidable podemos lavarlas de forma tradicional después de su uso. Con agua caliente, un estropajo y un poco de detergente, estos son todos los requisitos para realizar una limpieza eficiente. Las briquetas que son de cerámica compactada también son lavables con el mismo método. Además, las briquetas cerámicas se pueden lavar mecánicamente. Para terminar, podemos decir que gracias al acero inoxidable evitas usar desengrasantes muy fuertes.
Barbacoa de gas vs. carbón
Si todavía no te has decantado por esta opción vamos a comparar ambas barbacoas y cómo podemos conseguir mejores resultados siempre enfocados a la cocina de un restaurante.
Como vemos, en practicidad y comodidad y consumo, la barbacoa de gas tiene muchos mejores puntos a favor y los puristas dicen que el ahumado que deja el carbón no se puede conseguir de ninguna otra forma.
Una vez más, esta materia pendiente que tenían las barbacoas de gas, se ha podido solucionar gracias a las briquetas de cerámica compactada.
Existe la posibilidad de elaborar aceites con carbones vegetales de distintos tipos de madera que con un pulverizador directamente sobre las alimentos obtenemos ese aroma a barbacoa de carbón que tanto valor añade a la cocción.
Aceite con aroma de carbón, ¿cómo hacerlo?
Llegados a este punto, si estas leyendo esto, es porque ya te has decantado por la barbacoa de gas para tu negocio. Esta es la puntilla para ofrecer unas buenas carnes, verduras o pescados a la brasa.
En un bol con aceite de girasol muy frío introduce tres brasas y tapa rápidamente con un trapo húmedo . Dejas reposar un mínimo de 12 horas en refrigeración tapado hasta que coja el sabor a carbón.
Pasado el tiempo de reposo, separa el carbón del aceite con un colador de tela y ya tendrás listo tu aceite con un delicioso aroma a barbacoa.
Todas nuestras barbacoas son a gas, lo que te permitirá trabajar de forma inmediata y más rápidamente, en tu cocina profesional, que con una barbacoa de combustible sólido. Además combinan la innovación de la tecnología Repagas junto con un acabado y presentación tradicional. Puedes consultar todo de nuestro catálogo de cocinas profesionales y elegir la que mejor se adapte a ti.
